Valor de las fichas de póker: explicación detallada de valores por colores

Las fichas de póker se catalogan por valor y por color. Son un elemento imprescindible para el desarrollo de las partidas, y son el elemento que se usa para cuantificar el valor de las apuestas de los jugadores.

Como ya sabrás, el valor de las fichas de póker se representa por colores. Así, con solo un vistazo toda la mesa puede saber cuánto valen las fichas de póker que un jugador ha trasladado al centro del tapete para apostar. Pero veamos esto con más detalle, porque hay todo un mundo detrás.

Colores de fichas de póker

El color y el valor de las fichas del póker son dos aspectos que siempre irán de la mano. Representan dos aspectos fundamentales del juego y simplifican la cuantificación del valor de las fichas.

Teniendo en cuenta que el póker es un juego donde muchas veces se juega con datos incompletos, informaciones a medias y estrategias disimuladas, contar con un elemento tan visual y representativo como las fichas de póker y sus colores resulta fundamental para manejar datos numéricos vitales para el juego de una manera rápida y sencilla.

El valor en las fichas de póker suele estar plasmado con una cifra en el centro que el jugador puede ver al cogerla. Sin embargo, al apostar y llevar las fichas al centro de la mesa, lo que se ven son los bordes de las fichas. Esos bordes son de un color determinado y representan su valor, y permite transmitir esa información a todos los participantes.

Cuánto valen las fichas de póker

Vamos a por la pregunta del millón: cuánto valen las fichas de póker y qué colores se usan para representar dichos valores. Debes saber, lo primero de todo, que muchas plataformas y casinos emplean colores diferentes para plasmar el valor en sus fichas de póker. Esto no es un problema, más allá del hecho de que vas a tener que acostumbrarte a relacionar una cantidad específica con el color de la ficha. Nada insalvable.

Blanco, rojo, verdinegro y azul son colores que tienes que tener muy presentes, porque son la base sobre la que normalmente se sustenta la relación entre color y valor de las fichas del póker.

El color blanco se suele utilizar para las fichas de más bajo valor. Sin embargo, su papel es crucial. Permiten crear apuestas a medida, sin pasarte, pero sin contenerte, pudiendo apostar justo la cantidad que quieres poner sobre la mesa. Aunque en términos monetarios es la ficha de menos valor, son la base que permiten que las apuestas puedan fluir sin necesidad de poner en riesgo grandes cantidades en todo momento.

El color rojo se asocia a una subida en la escala del nivel de las apuestas. Es un color que normalmente no se emplea en las fichas de más valor, pero que representan un valor intermedio. Dependiendo de la casa donde juegues, pueden moverse en una horquilla bastante amplia de valores, pero lo importante es que asocies su presencia con una cantidad al alza. Además, en grupo suelen poder formar apuestas importantes, así que ojo.

Las fichas verdes y negras son la puerta a las apuestas fuertes. Nos movemos aquí en un terreno un poco delicado, porque es un color que no solo representa una apuesta más fuerte, sino una estrategia más elaborada. No olvides que los colores de las fichas de póker son un elemento más del lenguaje no verbal del póker, y puedes transmitir sensaciones deliberadamente con apuestas donde predominen fichas asociadas al juego más pro.

Por otro lado, tenemos las fichas azules. Se emplean normalmente para fichas con valores muy altos, con varios ceros detrás, y muchas veces ocupan las fichas rectangulares y no circulares, que son las que se emplean en los casinos para hacer apuestas potentes.

Estas fichas azules siempre proceden de jugadores que han sabido amasar una cantidad importante de dinero jugando al póker. Se utilizan en high-stakes y pueden servir como manera de incrementar la presión, empujando al resto a hacer una apuesta más elevada.

En resumen, y siempre sujeta a variaciones, la relación de colores y valores que podemos tomar como buena para relacionar una cantidad determinada con el color de la ficha en el póker sería la siguiente:

  • Color blanco: 1 euro.
  • Color rojo: 5 euros.
  • Color azul: 10 euros.
  • Color verde: 25 euros.
  • Color naranja: 50 euros.
  • Color negro: 100 euros.
  • Color rosa: 250 euros.
  • Color morado: 500 euros.
  • Color granate: 1.000 euros.
  • Color azul claro: 2.000 euros.

Como ves, existe todo un abanico de posibilidades y cada plataforma hace uso de los colores que prefiere según su distribución de fichas, manteniendo la base de mantener el color blanco para las fichas de menor valor, el rojo para las que suben el valor de la anterior, el verde para cantidades medias, y el azul claro para fichas de alto valor.

¿Qué podemos sacar en claro de todo esto? Que el color de una ficha de póker no solo es un método útil para contar rápidamente el valor de una apuesta, sino que es un elemento más del lenguaje no verbal que se utiliza en una partida.

Esto hay que tenerlo en cuenta porque en el póker se puede jugar mucho con las sensaciones y percepciones que una determinada apuesta genere en el resto. Por ejemplo, en el juego preflop es especialmente importante la envergadura de la apuesta, y eso va a condicionar las decisiones que el resto de rivales tomen.

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